Elegidas de Dios
Las cuatro videntes de las apariciones de Garabandal
Estas cuatro niñas eran todos sanos, tenían una estatura y un peso medios, apropiados para su edad. Todos los médicos que las examinaron, encontraron que no tenían problemas de salud física y psicológica. Si los comparamos con los niños de la ciudad, se encontró que su desarrollo intelectual estaba muy por debajo, pareciendo ser niñas de 7 años.
Conchita González
Nació el 7 de febrero de 1949. Tenía 12 años en el momento de su primera aparición.
Conchita, tenía 12 años al momento de las apariciones. Era una chica de cabello oscuro, guapa, llena de vida y dotada de una inteligencia superior a la media. Era la única hija de Aniceta González, quien quedó viuda algunos años. Tenía tres hermanos, Serafín, Aniceto y Miguel. La familia poseía una pequeña propiedad en la cima de la montaña que era administrada por los hermanos menores. Su hermano mayor trabajaba en las minas de carbón, ubicadas en la provincia de León. Toda la familia vivía en una casita que había ubicado a la entrada, una cocina con una rudimentaria chimenea. Fue aquí donde en varias ocasiones se observaron algunos de los momentos de éxtasis de Conchita y las otras chicas.
Mari Cruz
Nació el 21 de junio de 1950. Tenía 11 años en el momento de las apariciones.
La cuarta niña, Mari-Cruz, la más joven de todas, tenía solo 11 años, sin embargo era tan alta como sus compañeras. Era una chica hogareña, no muy sociable. Más tarde, será la niña que más sufrirá, y la que menos momentos de éxtasis experimentará. Después del 12 de septiembre de 1962, su rostro mostrará una gran tristeza porque nunca volverá a ver a Nuestra Señora en momentos de éxtasis.
Jacinta González
Nació el 22 de abril de 1949. Tenía 12 años en el momento de su primera aparición.
Jacinta era una niña encantadora y muy divertida. Sus padres estaban entre los más pobres del pueblo y su hogar era muy humilde, pero siempre fueron muy hospitalarios. Su padre, Simón, además de ser considerado un trabajador, también fue un hombre de gran fe. Su madre, María González, era encantadora como su hija, pero muy tímida y avergonzada. Jacinta es una de las cuatro chicas de Garabandal, la que tiene más interioridad.
Nació el 1 de mayo de 1949. Tenía 12 años en el momento de su primera aparición.
Maria Dolores, llamada Mari-Loli es la segunda de seis hijos. Su padre Ceferino Mazon es el presidente de la junta de Garabandal, y transmitió una imagen de respeto y autoridad. También administraba un café, que era de su propiedad. Loli era una niña tranquila, pero siempre muy sonriente, obediente y ayudaba a su madre en las tareas diarias. Además, cuidó de su hermana menor, llamada Guadalupe.