Religiosidad en Garabandal... en la época de las apariciones

Un pueblo con fe y devoción

La religiosidad de estas gentes fue así reconocida por un viejo sacerdote de Covadonga, que en el pasado, en ausencia del párroco, había subido varias veces al pueblo para dirigir las oraciones.

«Eran muy devotos» - dice. «Rezaban el Rosario todos los días. Se reunían en la iglesia por las tardes y no faltaba nadie, hombres, mujeres y niños. Cuando me dijeron que la Virgen María se aparecía allí, me dije: 'Si no estaba allí, ¿dónde iba a estar?»

Este es, en pocas pinceladas, el escenario en el que pronto comenzarán a desarrollarse acontecimientos que van más allá de la imaginación humana. Acontecimientos tan insólitos que, de repente, sacarán a Garabandal de su monótona vida cotidiana, la proyectarán a las páginas de los periódicos de todo el mundo y atraerán a miles de peregrinos al lugar. El silencio de sus tranquilas calles, sólo roto por el balido de las vacas, pronto se llenará con los comentarios de multitud de visitantes y frases en francés, inglés, portugués, italiano, alemán...

Y el resultado de todo ello es la historia impresionantemente dulce que intentaremos reconstruir aquí, una especie de cuento de hadas para nuestro tiempo, que llevó al Papa Pablo VI a exclamar:

«Garabandal es la historia más bella de la humanidad después del nacimiento de Jesús».